sábado, 30 de julio de 2011

Átate En Un Glaciar Bajo

  Realmente, luego de observar determinados patrones de conducta en los seres humanos, me veo obligado a tomar una decisión. El seguir o no con esta máscara de mentiras y trucos indeterminados pende de un hilo.       
  Creo que mejor resumo todo con una vieja historia que reza lo siguiente:
"El origen de todos mis problemas, puede encontrar sus bases en la estúpida relación de los genes didácticos de el ser humano. Simplemente estoy cansado de escuchar excusas con respecto a ciertos actos por parte de los mismos. Deberían existir ciertos miramientos. Hacer la vista gorda. La pregunta general que nunca dejará de acechar al hombre es siempre la misma. Son siempre las mismas bases. Justamente el otro día, leyendo un artículo de un conocidísimo diario cuyo nombre me niego a citar, me encontré con una encrucijada. Enrejado por los acentos, urgido por la urgencia y cagándome en los signos de puntuación y la redundancia aprendidos en la primaria y rectificados en el secundario, me cuestiono con la siguientes preguntas: ¿Puede el hombre vivir en soledad? ¿Está genética y didácticamente dispuesto? La respuesta se pierde en la noche de los tiempos y puede solamente transmitirse de boca de druida a oído de druida. Evidentemente, tengo mis influencias. Sólo unas pocas personas sabrán entenderlo. Es conveniente a esta altura haber vivido una infancia semejante a la mía, plena de lecturas interesantes. De lo contrario semejante deducción carecerá de sentido para algunos lectores.
  Mi día comenzó como cualquier otro, encaminándome yo hacia mi casa después de trabajar. Cansado como estaba, no reparé en las orillas de rio que me rodeaban. Simplemente comenzaron a aparecer fantasmas delante de mis ojos. Surgían, como por arte de magia. Negra, si.
  Me arrimé a un teléfono público y contacté a uno de mis mejores amigos para pedirle opinión sobre el tema. Me comentó que mi visión era un síntoma de los malos tiempos por venir. Esto me dejó bastante asustado y determiné que era necesario ir en busca de respuestas.
  Ok, normalmente cualquier otra cosa escrita por mí tiene determinados homenajes a grandes autores del siglo XX aunque justamente en este momento me encuentro ante el pánico del velo blanco. No sabría cómo reaccionar. No sabría elaborar una conclusión pertinente. Debo entonces finalizar con un pensamiento ajeno. Ajeno al mundo real. Las mismas cosas que nos abruman normalmente son justamente las mismas que se solucionan con el sólo hecho de citarlas con determinado tono de voz. Mucho más bajo que el original. Muchísimo."
  Sí, es cortísimo. Pero bueno, no puedo pensar detenidamente entre semejante catarata de letras. Me agobia la movida. Otro día hablamos.