jueves, 9 de junio de 2011

Aspirinas De Tierra Para el Gran Buenos Aires

  De que estamos hechos? Solamente de materiales de ensueño? Colchones Piero? Almohadones quizás? No. Mucho me temo que somos mas que gomaespuma y resortes. Algunas personas creen que la mayoría de la gente busca relacionarse entre si debido a este interrogante, con la esperanza de encontrar en la otra persona algún tipo de respuesta. El resto de nosotros creemos firmemente que no hay forma de encontrar una respuesta a esa cuestión. 
  Mirando hacia atrás, sin embargo, nos encontramos con ejércitos completos completamente desmoralizados al no encontrar solución a la inminente caída del cabello. 
  Estas dos problemáticas, típicas de los tiempos que corren, encuentran su origen en la historia antigua. Me refiero a siglos y siglos atrás, estoy hablando de épocas en las que no existían ni las colchonerías ni Schwanek. Estoy hablando de la época de la parestesia. Seguramente, muchos habremos escuchado a nuestros padres hablar de este tema en repetidas ocasiones, incluso puede ser que ni lo recordemos o que no nos haya llamado la atención el tópico. Lo cierto es que, asi como el ejército chino caminó hace millones de años sobre la superficie de Marte, la humanidad ha sabido distraerse de este tipo de pensamientos elaborando diferentes formas de envasar líquidos o sólidos. Obviamente, este recurso sigue aún vigente y podemos advertir la validez del mismo si realizamos un simple ejercicio.
  De cualquier forma, las ruedas giran y las cuerdas se tensan para conformar una gran máquina devoradora de sueños. Con esto quiero decir que no deberíamos preocuparnos ya por las demás demandas de este sistema coloreado con savora y ketchup en el cual estamos insertos. A la fuerza o no. Basta hechar una mirada en nuestro interior para encontrar a un organismo desesperado intentando hacer funcionar a otro organismo desesperado.
  Resumiendo, estamos construidos en base a una gran plancha de cartón recubierta con yeso y papel de diario. Es probable que al final encontremos algún resorte. Aunque esto se contradiga directamente con lo escrito en párrafos anteriores.
  He descubierto recientemente que no dejo de contradecirme. A continuación intentaré realizar una afirmación y mantenerme en esa postura durante un instante. Aquí vamos. "Creo fervientemente en la vida extraplanetaria y ansío ver extraterrestres algún día. Preferiblemente vivos." Mmmm, no. No lo logré. No creo en la vida extraterrestre y sinceramente los aliens me asustan.
  Sigo sin encontrarle la gracia al asunto. Si estas medidas continuan, dejaré el país. Y mi banana me seguirá a donde quiera que vaya.